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  • Foto del escritorantoniaportalo

¡Adelante!..., ¡Entrad en la sala! Estáis todos invitados.


PRESENTACIÓN:

MIRADAS DESDE MI INTERIOR


¡Feliz año 2020!

¡Quién nos lo iba a decir!... nadie podía imaginar que un diminuto bicho iba a paralizar nuestras vidas. Como en una película de ciencia ficción el miedo se coló por nuestros orificios, y en algunos casos también el coronavirus. No sé si en algo nos ayudó para mejor, como muchos creen, pero sí sé que a la fuerza tuvimos que cambiar nuestros hábitos. ¡Y lo que nos queda aún!

“Miradas desde mi interior” surgió hace ya unos años, La Diputación de Badajoz, con el apoyo del ayuntamiento de Higuera de la Serena, se ofreció a publicarlo para todos vosotros; estaba prevista su presentación esta Semana Santa en Higuera, mi pueblo, pero no pudo ser…, después se pospuso para la semana cultural del Ramo…, y tampoco pudo ser. Sin embargo, quizá podamos amenizar su llegada mediante palabras, más palabras… SIEMPRE LAS PALABRAS. Debéis reconocer que son pura magia; y si como estas, van unidas a las estampas pictóricas que os regalo, solo deseo que sepáis disfrutarlas.


Y ahora, ponte en el lugar…IMAGÍNATE…, qué mejor que arrastrarlas hasta el presente que no fue, pero pudo ser… ¡Y AHORA ES! …ufff, qué lío!! Tienes una cita con la cultura. Estás invitado a la presentación de “Miradas desde mi interior”.

¡Entra en la sala multiusos y siéntate!... ¡Has visto cuántos paisanos han acudido a pasar un rato agradable!

-¡Hola, Buenas tardes!- Saluda María, nuestra alcaldesa. Acaba de presentar el evento.

-Gracias María. Sí, el precio es simbólico, 5 € para ayudar a nuestros ancianos. Ellos lo merecen todo, y más aún después de esta mala racha que ellos en especial están sufriendo. - Olga Montero, amiga, compañera y filóloga… ¡Toma la palabra! ¿Sabéis que el maravilloso prólogo lo escribió ella?


Hasta hace poco desconocía lo que siente un escritor al terminar su obra. Algunos han intentado describir ese sentimiento con comparaciones más o menos acertadas. Pero fue Antonia y la cercanía que mantuve con ella durante la producción de su primer libro lo que me hizo conocedora de ese mágico proceso. Y digo mágico porque creo que el escritor experimenta un cambio en su persona, en su mundo interior, con cada obra que termina, más aún si es su ópera prima. Esa transformación es mucho más profunda si la obra es intimista, personal, si arranca de las mismas entrañas de la creadora.

En esta ocasión partimos ya de una autora con una importante y sólida trayectoria como artista. Pero Antonia es pintora, siempre lo ha sido (como nos deja muy claro en Miradas desde mi interior); una pintora ecléctica y con un estilo propio que, a pesar de ese eclecticismo o quizá gracias a él, deja su sello en cada una de sus obras. Y digo 'pero' porque Antonia no se había adentrado nunca en el campo de la escritura (sí con tímidos y, sobre todo, clandestinos poemas, anotaciones, reflexiones...) y no cabe duda de que son lenguajes, el de la imagen y el de las letras, muy diferentes. Es todo un reto, pues, enfrentarse, empujada por las circunstancias, a esta nueva forma de canalizar esa alma distinta a las demás, esa alma creativa e inquieta.

Y yo fui testigo de sus dudas, de sus preguntas, de sus inseguridades... y fui testigo de esa pequeña transformación: la de la reivindicación del espíritu artístico en toda su plenitud y la posterior reafirmación del mismo. Porque lo ha hecho muy bien; porque en este libro hay emoción, hay comunión con el lector y hay calidad literaria. Desde la primera estampa. Solo tienen que leerlo para comprobarlo.

Y porque solo un artista puede fundir los dos lenguajes, el plástico y el literario, entremezclándolos de tal manera que uno se convierta en complemento vital del otro. Tuve el privilegio de ser una de las primeras personas en leer "Miradas..." Antonia estaba impaciente por saber mi opinión (tiene fe en mi como crítica literaria y aún no sé por qué) inquirió mi parecer con ese nerviosismo del principiante (creo que deseaba ante todo un juicio sincero y, como me conoce, sabe que soy poco amiga de la adulación llegando a rayar en ocasiones la brusquedad). Yo solo le dije dos palabras: "Sigue escribiendo". En mi interior continué la frase: "... es un deber; el mundo no puede perdérselo".


No he podido evitar emocionarme…Gracias Olga. De corazón.


Y ahora escucha mis palabras, te ayudarán a entender porque escribí este libro para ti: Te cuento que es muy especial, el primero, ese que nunca se olvida, que surgió alentada por mis seguidores de las redes sociales, pues fueron ellos los que me animaron a acometer esta gran empresa. Muchos sabéis que soy artista plástica, que he pintado desde que tengo uso de razón, pero también la literatura ocupaba largos ratos de mi vida. Estas dos disciplinas artísticas las uní de tal manera, que llegué a confundir cuando pintaba las palabras o escribía con la pintura. Ellas me permitieron expresarme, contar mis anhelos, mis sentimientos y mis pasiones. Eran como esas amigas figuradas que nunca te fallan.

Y un día, hace ya tiempo, estos relatos y mis pinturas se cogieron de la mano y fueron recorriendo el sendero de mi vida. Partieron de la infancia y mi pueblo, mis amigos, mis hermanos, mi familia… y vosotros mis paisanos. La infancia añorada siempre, esa que te marca, y el lugar mágico donde la viviste. Las personas especiales que te acompañaron y te hicieron crecer. Mi Higuera del alma.

Mis amigas, imposible no recordar nuestras aventuras:

-¡Adelante M. Victoria Martín! Cómo se nota que también es filóloga… lo digo por lo que le gusta escribir y lo bien que lo hace.


- “Mª Victoria, ¿puedo pedirte un favor?”. Ese fue el mensaje que Toñi me envió un sábado cualquiera a principios de este año.

- “¿Pero ¿qué pasa, ha ocurrido algo en la familia?”. Asustada y nerviosa, fue lo que yo le contesté. Debió hacerle gracia que siempre nos ponemos en lo peor y nunca esperamos una buena noticia. Y es que en Semana Santa iba a presentar su libro “Miradas desde mi interior “en el pueblo y había pensado en mí para que colaborara en la presentación. Me pidió que me acercara a su casa a recoger el libro, que todavía no había salido al público, y que, sin decir nada a nadie, lo fuera leyendo y decidiera si aceptaba o no.

¡Dios, qué nervios! Yo no sabía qué contestar. Me asustaba que no me gustara el libro, no entenderlo o no estar a la altura de lo que ella esperaba de mí… Pero cuando llegué a casa y se lo conté a la persona con la que comparto mi vida, su apoyo y su certeza en que sería capaz de hacerlo, me animaron a aceptar. Y entonces pensé que, si a Toñi y a mí nos unen, además de la familia y las amigas, la pasión por las letras y las artes, ¿cómo puede asustar un libro a alguien que vive de, por y para las palabras y que dedica su vida a transmitir el amor por la literatura?

Y el miedo cesó en el momento en que abrí el libro y empecé al leerlo: el libro me habló y me fue dictando lo que tenía que escribir. Fue como si la protagonista del libro fuera yo, viajando en el tiempo, reviviendo momentos, aspirando olores, degustando sabores y, sobre todo, disfrutando los colores de toda una vida.

Pero en ese viaje yo no estaba sola. En ese viaje estamos todas las amigas (“ese algo erais vosotras, mis amigas”), sobre todo en los pasajes en los que Toñi escribe dibujando sus primeros años de vida y su infancia en el pueblo.: las aventuras vividas a la salida del colegio (“el camino de vuelta a casa era toda una aventura”), los veranos calurosos en los que había que buscar la forma de refrescarnos (“… en la alberca del tío Rafael podemos bañarnos…Y si no, podemos ir a la Charca”), las fiestas navideñas, más con las amigas y después con los amigos, que con la propia familia(“¡Ay,aquellas “juntas “navideñas”!), las tardes y noches eternas en la fuente (“la fuente se convirtió en nuestro lugar favorito, un icono en el inicio de nuestra adolescencia”) , y El Cerrito, siempre vigilando el transcurrir del pueblo desde su atalaya (“El Cerrito ,allá a lo lejos ,pinta un cuadro costumbrista de pequeñas y derruidas casas”), las carrozas para la romería de S. Isidro (“pronto cogí el relevo a mi madre para organizar las carrozas con mis amigas”).

“Hicimos una maleta y la llenamos de sueños. A lomos de `Pegaso alado´ recorrimos el camino hacia ellos… “. Como para tantos de los que ahora leéis estas palabras, llega el momento de marcharse. El cambio debió ser doloroso y brusco (“Todo cambió, la enorme y flamante casa del pueblo se quedó vacía mientras que en ésta no había sitio ni para respirar”). Pero no era cierto: en aquella casa cabía todo el que llegaba. Años después yo comencé a trabajar en Toledo y algunos fines de semana los pasaba en Madrid. Entonces volvíamos a reunirnos los primos y, sobre todo, las amigas que allí vivían. Primero quedábamos en “El Isi” y de allí, siempre juntas, al “Teloncillo” (“los litros de cerveza corrían a raudales provocando en ocasiones torpes desequilibrios…”.

En fin, hay que leer el libro para saber cómo continúa. Lo que está claro es que Toñi ha ido coloreando con sus palabras e ilustrando con sus dibujos la vida de muchos de nosotros. Pero hay alguien que está muy presente a lo largo de todo el libro. Y aunque mis palabras están dedicadas a Toñi y a su libro, con tu permiso, Toñi, mis últimas palabras serán para ella, para aquella prima y amiga que ya no está: “Después de un horrible verano se apagó tu luz, los engranajes de tu reloj se rompieron una mañana de octubre…Notas trágicas de dolor brotan de tu `Hombre al piano´”. No hace falta decir su nombre, porque siempre está con nosotras.

Miradas desde mi interior” es un paseo por la vida de Antonia Portalo Sánchez, escrita con una sensibilidad que va más allá de las palabras. Y yo quiero agradecerle desde aquí que me haya dado la oportunidad de acompañarla en esta aventura. Ha sido un placer enorme.

Y al final ha sido fácil, el libro me ha dado la respuesta:

” Todos escribimos un libro. Nuestro pasado son esas hojas ya leídas que a veces quisiéramos borrar, pero no podemos, la tinta es indeleble.”


Gracias Amiga, a ti en representación de todas. ¡Os quiero!, siempre formaréis parte de mi vida; no lo dudéis nunca.


Estos relatos y pinturas continuaron atravesando mi adolescencia y juventud, Cáceres y la Universidad Laboral, años de estudios, experiencias intensas y duras; pero sobre todo amigos nuevos que se quedaron en un huequecito de mi alma para siempre.


Después llegaron a Madrid, “mi segunda patria”. Imposible, el papel se me queda corto para poder contar todo lo vivido. Allí permanecí hasta ahora; viví épocas doradas y otras plagadas de claroscuros…

Amigos y primos unidos. ¿Te acuerdas Upe Mellado?..., (ella, mi mejor prima y una mujer maravillosa)


Cuando mis primas llegaron a Madrid, yo pasaba por una mala etapa y fueron mi salvación. Al año, Toñi y yo decidimos hacer el B.U.P nocturno en el INS Calderón de la Barca. Y ahí comenzó una etapa en la que fuimos inseparables. Disfrutábamos, mientras estudiábamos, no nos perdíamos ninguna fiesta;” si no estaban las primas, ni había fiesta ni na”. Vivimos "la movida madrileña" con el mejor alcalde que hubo para mí, Tierno Galván. San Antonio, San Isidro, la Melonera, los únicos Carnavales buenos que yo he conocido en las Vistillas. ¡Unos recuerdos inolvidables!

Yo me quedé en el BUP. Toñi llegó a la Universidad e hizo Bellas Artes que es lo suyo. En el instituto siempre se llevaba el primer premio de pintura. Soy fans de sus cuadros y de sus escritos. ¡Enhorabuena! Te lo mereces. Todo esto fue trabajando, no sólo juergas. 😘 Gracias Upe ¡Imposible olvidar aquella época!... ¡Aquellos maravillosos años!


Mi gran familia Inma Portalo: una gran periodista y escritora, pero sobre todo UNA GRAN HERMANA.


El libro “Miradas desde mi interior” es un inmenso collage de IMÁGENES PINTADAS CON PALABRAS. Yo lo visualizo como un lienzo de gran formato compuesto por multitud de escenas que las manos de Antonia Portalo, mi hermana (no puedo mencionarla sin decirlo), ha ido trazando con diferentes técnicas y estilos. Es cierto que ella en estos momentos no puede utilizar sus manos para pintar, pero no sé cómo se las ha apañado para conseguir instalarlas en su mente. …Y desde allí, sus manos siguen PINTANDO PALABRAS.

Cada uno de los capítulos es una escena diferente de ese gran cuadro. Los que la conocemos sabemos que son instantáneas de su vida. Algunos lectores tenemos el privilegio de compartir protagonismo con ella en algunos de ellos. En mi caso, como hermana pequeña, haber podido ver mi llegada al mundo y mi irrupción en esta extraña familia desde fuera, desde otros ojos, los suyos, ha sido una experiencia inenarrable. Y por ello te doy las gracias.

Es un privilegio solo comparable a haber sido protagonista de algunos de tus cuadros a lo largo de tu carrera de pintora. Y sigo con los agradecimientos. Ver cómo evoluciono como imagen en tus cuadros es mágico. ¿Quién ha cambiado más?, ¿yo como modelo?, ¿o tú como artista?, ¿cuánto de mi hay en la imagen y cuánto de ti? Yo he tenido la suerte de crecer dentro de tus cuadros y espero poder envejecer en ellos… y que tus manos se recuperen.

Es cierto que cada relato, va ilustrado con alguno de los trabajos plásticos de la autora. Los que ella ha seleccionado para ese momento en concreto. Pero, cuando empiezas a descifrar las palabras, esas líneas se van transformando en pinceladas y colores hasta que, en la página escrita, se construye otra obra plástica: la que crea la mente del lector al leer. Que esa nueva pintura te guste más o menos que la que la autora ha seleccionado dependerá de cómo la disfrutemos más, como pintora o como escritora. Difícil elección. Yo todavía no la tengo.

Pero este libro no es una biografía. El lector que lea estas páginas no va conocer la historia de la vida de Antonia. Pero sí va a compartir con ella las sensaciones que ha ido experimentando a lo largo de ella. En algunas partes, incluso habiendo formado parte de su vida, no sabes muy bien de quién o de qué está hablando. Da igual. Te contagias de los sentimientos que experimentaba la artista en ese momento y ése es el objetivo. Es la misma sensación que tienes al contemplar un cuadro: puedes no entender la historia, pero no puedes evitar sentir. Y con estos relatos se siente mucho.

La variedad de técnicas que ha utilizado para pintar este libro ha sido amplísima. Hay capítulos que son pasteles de tonos tierra. Hay acuarelas brillantes, de pinceladas cortas y rápidas, de su infancia. Otros, como su boda, son óleos trabajados con mimo. E, incluso, he podido distinguir algún carboncillo: nuestra llegada a la gran ciudad…esa que hemos aprendido a odiar y amar tanto. No fue fácil. Los colores cambiaron para todos.

A mí me ha pasado en varias ocasiones que la imagen que ella ha seleccionado para ilustrar el texto no tenía nada que ver con el cuadro que mi mente ha proyectado al leerlo. También da igual. Al ser una escritura tan plástica, los lectores jugamos un papel muy activo. La autora nos ha dado una amplia libertad de interpretación que nos convierte en co-autores del texto.

Animo a todo el mundo a disfrutar de este gran lienzo que es MIRADAS DESDE MI INTERIOR. Sentiréis arte y os sentiréis artistas.


Gracias Inma por tus maravillosas palabras.

Antonio Moreno, escritor, amigo y paisano de La Haba.

Gracias por asistir.


He mirado sus cuadros burdamente (tanto, que alguno he adquirido), y he leído sus libros con mucha fruición. Hoy, con alguna dificultad -porque escribo a bolígrafo sentado en el mar de arena que es Zahara - enhebro estas líneas luego de leer y mirar "MIRADAS", un libro en el que mi amiga, Antonia Portalo, escribe desde la memoria y con el corazón. En su mente bulle una imaginación desbordante: pintas, Antonia, cuando escribes, y escribes cuando pintas: eres la artista integral. Sugiero a quien le lleguen estas líneas, que disfrute de este texto, pues es gozar de tu escritura, pintura ... y de tu extraordinaria y perseverante generosidad para irradiar ARTE.

Un beso,


Os puedo asegurar que estas hojas contienen pedacitos de mi alma hechas pinturas y palabras y solo me queda desearos que disfrutéis el libro.


Y para terminar, qué mejor que compartir con vosotros esta gran noticia…, y en primicia:

El próximo mes de septiembre verá la luz mi última novela, Las palabras calladas, se lanzará de la mano de Mediaset y Lantia, dos grandes del mundo del libro y la televisión. En el programa Mil palabras &+woman de Cuatro (Mediaset) se presentará "Las palabras calladas" como título de la #ColecciónMilAmores, nuevo sello editorial de #LantiaPublishing.

Ya me despido deseándoos que la nueva normalidad vuelva a ser lo más normal posible para todos, y cuanto antes. Que el próximo Ramo bailemos juntos en la caseta y recorramos nuestros bares brindando por la vida. ¡Salud!


Antonia Portalo

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