Duendecillo solitario, valiente guerrero,
combate con tu espada mágica la tristeza y el miedo.
Pequeño Peter Pan déjame entrar a tu mundo de niños perdidos.
Quizá allí juntos encontremos refugio entre hadas luminosas y piratas bandidos.
Con tus lápices de colores dibújame un abrazo que envuelva de amor a tus padres que reconforte sus días y que al mirarte comprendan que tú eres su ángel,
su dulce y mejor compañía
Ábreme la puerta qué lleva hasta tu alma
donde hallas el sosiego,
donde tú encuentras la calma.
Donde tus miedos se desvanecen en polvo de hadas,
los unicornios galopan libres y las sirenas nadan. Y el brillo de tus ojos ilumina el mundo desde tu mirada.
Vida de colores y garabatos, dibuja tu sonrisa repleta de besos suaves
como pétalos de rosas bajo la brisa.
Pégales dos alas y sopla,para que vuelen
y se posen en las mejillas rosadas de una madre coraje,
reina de tu mundo y maga de tu alma.
Imagina universos de papel blanco
donde dibujar interminables arcoiris de color
por los que trepar a un cielo estrellado
repleto de deseos y sueños logrados.
Ábreme la puerta
que lleva hasta tu alma
donde hallas el sosiego,
donde tú encuentras la calma.
Divisa en lo alto, sobre los tejados,
a tus amigos los gatos bajo la luna llena.
Ellos maullan tu nombre
cual canto de sirenas.
Para mi pequeño amigo David, un gran artista.
